Me enamoré de un perfil de Facebook


Se olvida cómo se sienten la soledad e inseguridad cuando has estado demasiado tiempo con ellas. Sin embargo, tarde o temprano emergen, como recordatorio de que siempre han estado allí. Estos recordatorios llegan en formas diversas. Algunos llegan como ansiedad; otros, como depresión. En mi caso, llegan como "amor".

Te contaré mi historia por dos motivos: 1. Tengo que contarla. Infortunadamente, no tengo con quién platicar sobre esto sin sentirme juzgado. Internet es el único lugar donde puedo sacar todo de manera anónima. Y 2. Sé que no soy el único que está atravesando por esto. Si tú estás en la misma situación que yo, puedes contármelo. No te juzgaré. Sólo te escucharé.

Mi historia de "amor" inició hace dos semanas. Un amigo vino a mi ciudad por cuestiones laborales. Obviamente quedamos para vernos. En la reunión en un café en el centro de la ciudad, me contó que un chico, al que llamaré A, que vive cerca de donde somos originarios, le estuvo escribiendo en WhatsApp, luego de que intercambiaran números por trabajo. Según mi amigo, el chico A empezó a enviarle mensajes que salían de lo laboral. Mi amigo le respondía indiferentemente, porque pensaba que estaba bromeando y que el chico A no era gay.

Pasaron los días, y mi amigo comenzó a sentirse bastante extrañado por los ya evidentes coqueteos del chico A. ¿Recuerdan lo que mencioné de la soledad e inseguridad al inicio de este texto? Bueno, los recordatorios en mi amigo llegan en forma de baja autoestima.

Mi amigo es tan inseguro de sí mismo, que dejó de responderle al chico A, aun cuando sentía mucha atracción física hacia él. Su baja autoestima es tanta que cada vez que alguien flirtea con él, sale huyendo y pone mil excusas. La más común es que siente que es feo y gordo.

No sé cómo lo hizo, pero mi amigo encontró a A en Facebook. Ahí comenzó mi problema. Por curiosidad, le pedí que me lo enseñara. Tengo una idea del tipo de hombre que le gusta a mi amigo, y sé que el chico A no entra mucho en ese tipo. Pero en el mío sí. Y mucho. Bastante.

Chico A es robusto, con barba poblada. Moreno y está entre los 29 e inicios de los 30. De acuerdo con las pocas publicaciones públicas de su perfil, le gusta Gorillaz y viajar. Tiene algunas fotos de los lugares que ha visitado. Por obvias razones no voy a subir fotos suyas ni publicaré el enlace a su perfil.

Al terminar nuestra cita de amigos, cada quien se fue a su casa. Durante el trayecto a la mía no podía sacar al chico A de mi cabeza. Su barba, su cuerpo, su cara. Todo en él me gusta. Pero lo que más me cautivó fue la sencillez con la que se muestra en sus fotos: sonriente, en la mayoría; con amigos o su mamá.

¿Cómo es posible que me "enamore" de alguien con solo ver algunas fotos? "Ves con los ojos del alma", dirán los más románticos. Bueno, quisiera ser ciego en ese aspecto. Ésta no es la primera vez que me pasa, y siempre salgo perdiendo.

Desde hace dos semanas he visitado diario el perfil del chico A, viendo las mismas fotos una y otra vez. Visito su perfil mientras desayuno, en la tarde cuando reviso el mío, en el trabajo, antes de escribir este texto. Navego entre sus mismas siete fotos de perfil y cuatro de portada. No rechistaría si alguien lo llamara obsesión, pero hasta he escuchado mucho a Gorillaz recientemente.

Cuando veo sus fotos sólo nos imagino recostados sobre una cama. Me visualizo acariciando su barba, su cuerpo. Masajeando sus fornidos hombros. Curiosamente, nada de lo anterior en sentido sexual, sino como muestra de cariño y afecto, justo como trato a los hombres que de verdad me gustan.

La negra realidad de mi fantasía rosa es que nada de esto podrá ser posible. ¿Por qué? En primer lugar por la distancia. Vivimos en ciudades diferentes. Él tiene su trabajo estable en su ciudad natal, yo tengo el mío en la ciudad donde vivo actualmente. Ninguno de los dos cedería a renunciar. Otro trago de amarga realidad es que no tenemos ningún amigo en común para hacer el contacto y entablar la relación (mi amigo no lo agregó en Facebook). Además, tiene su perfil como privado. Ni mi amigo ni yo podemos agregarlo.

Yo tengo amigos que son de la misma ciudad del chico A, pero ¿de verdad tiene sentido mover mis contactos para investigarlo, para saber que tengo un contacto que tiene un contacto que tiene un amigo en común con él? ¿Adónde me llevaría saber eso? Fácilmente podría enviarle un mensaje privado, pero terminaría siendo una relación a distancia. Lo que estoy buscando ahora son hombres que pueda palpar, que pueda sentir sus caricias y abrazos. No quiero enamorarme de una serie de mensajes, fotos o una voz proveniente de un teléfono.

Me frustra saber que este amor platónico no dejará de ser eso. Estoy un poco cansado de tener contactos con hombres sólo para sexo. La satisfacción es efímera. Ahora quiero una relación de verdad pero es cada vez más difícil encontrar a alguien adecuado.

Otro problema que hay en este lío es la reacción con mi amigo. En caso hipotético de que lograra hacer contacto con A y comenzáramos a salir, ¿cómo le voy a decir a A que mi amigo es el chico con el que estaba flirteando y que por él lo conocí? ¿Cómo le voy a decir a mi amigo que estoy saliendo con el chavo que flirteó con él y por el que sentía atracción, física pero al final de cuentas atracción? Todo se complicaría entre los tres. O quizá todo está en mi cabeza.

Y quizás ahí se deba quedar.

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